LOS FUNDADORES - PARTE 5
19-05-23
La Cuarta Dispensación – La Rueda de la Reencarnación
Cuando las almas comenzaron a explorar los mundos exteriores, los cuerpos en los que entraron fueron diseñados (por nosotros y otros Dioses Creadores) para durar el tiempo que fuera necesario.
Una vez que el alma había visto todo lo que quería ver y experimentar dentro de un reino dado, esa alma desechaba el cuerpo y regresaba al estado de espíritu puro, en preparación para el siguiente viaje.
Teóricamente, los cuerpos tomados por esas almas podían durar indefinidamente y al principio, la mayoría de ellos duraban por miles de años terrenos.
Conforme el tiempo transcurría y las almas se identificaban cada vez más con los mundos inferiores que estaban explorando, sus cuerpos comenzaron a decaer y a desintegrarse a un ritmo cada vez más rápido.
Las almas entraban a un mundo inferior y tan solo en unos pocos cientos de años, sus cuerpos morían.
Estas almas dejaron muchas lecciones sin aprender y muchos proyectos incompletos.
Como habían caído a una vibración tan baja, era casi imposible que pudieran regresar a su estado original (séptima densidad) sin dejar pedazos de sí mismas, esparcidos a lo largo de las dimensiones inferiores. Este es el proceso conocido como “fragmentación del alma”.
La rueda de la reencarnación se inventó para permitir que las almas completaran sus misiones y reensamblaran sus fragmentos. Ahora las almas ya no tenían que regresar a su séptima densidad original antes de volver a encarnar.
De hecho, habían perdido la habilidad de hacerlo de todas formas y por lo tanto, hasta esta Dispensación, muchas de ellas vagaban perdidas y confundidas por los muchos planos astrales y etéreos, rondando los mundos en los que habían encarnado.
Ahora, con el proceso de reencarnación disponible, estas almas y sus fragmentos de alma podían re-entrar en el mundo que recién habían dejado y continuar sus lecciones en otro cuerpo.
Se les permitió a las almas reencarnar las veces que necesitaran, hasta que hubieran aprendido lo que quisieran aprender en ese mundo particular y hasta que todos sus fragmentos se hubieran reensamblado en un todo integrado.
Una vez que esta integración ocurrió, esas almas fueron libres de regresar a su estado original (séptima densidad) y entonces explorar otros mundos y otros niveles de densidad.
Veremos en la PARTE 6 - La Quinta Dispensación Divina – "La Espiral de Ascensión"
comparto con amor.. Zablon Erguth
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